Hay determinadas personas a las que se les denomina coleccionistas que por afición se dedican a reunir objetos de una determinada categoría, como pueden ser muñecas de porcelana, juguetes antiguos, monedas, sellos, dedales, instrumentos de música, etc. Esto, que en principio se suele iniciar por hobby, a veces a base de profundizar en el tema y de estudio se puede llegar a convertir en una profesión. Los coleccionistas pueden comenzar también por muy variados motivos. Unos porque les gustan los objetos con un valor histórico, otros porque les atrae su belleza, otros porque les gusta acumular piezas para poder contemplarlas ellos exclusivamente, otros porque esperan obtener grandes beneficios al cabo de un tiempo…, y así podríamos enumerar infinidad de motivos.
Si la colección trata de instrumentos musicales, uno de los problemas que puede surgir cuando la pieza es antigua y está realizada en madera es la aparición de la carcoma o lo que vulgarmente se denomina polilla, puesto que la humedad y una temperatura alrededor de los veinte grados favorecen su desarrollo. Normalmente atacan a la madera seca y húmeda, pues en esta les resulta más fácil agujerear sus galerías; la madera recién cortada y los arboles vivos no suelen ser atacados por resultar más duros.
La principal característica para reconocer si el instrumento o cualquier mueble de madera están afectados es la aparición de pequeños agujeritos en la madera. Eso quiere decir que la carcoma ya salió, puesto que es al salir de la madera cuando realiza los agujeros. El ciclo vital de la carcoma es el siguiente: primeramente las hembras depositan sus huevos en pequeñas grietas o rendijas que posea la madera, estos huevos al eclosionar se convertirán en larvas que son las que realizan en la madera unos pequeños túneles, comiéndosela, ya que esta será su alimento en su fase larvaria, lo que origina un pequeño montón de serrín o polvillo alrededor de los agujeros, siendo esta la señal más visible de que estamos siendo atacados por la carcoma. Luego, como dije antes, cuando completa su desarrollo y se convierte en adulto, sale al exterior en forma de un pequeño escarabajo. En la fase de adultos estos pequeños insectos tienen la capacidad de volar, pudiendo colocar sus huevos en distintos lugares de nuestro entorno, por lo que puede llegar a ser un verdadero problema si no se controla y detecta a tiempo convirtiéndose en una plaga. Es por esto que una buena solución es contratar los servicios de una empresa especializada en el control de plagas, como es Control Plag, que cuenta con más de veinte años de experiencia en el sector, siendo los tratamientos de la madera una de sus especialidades.
Cuando la carcoma está en sus inicios podemos tratar de eliminarla utilizando un líquido anticarcoma que con una cánula especial se inyecta en cada uno de los agujeros, tapándolos a continuación para que no salga. Si el instrumento musical presenta múltiples agujeros, si está muy atacado, podemos rociarlo por completo y envolverlo en un plástico durante varios días para que penetre bien el producto. Otro método es la congelación de la pieza, pues estos pequeños insectos no resisten tan bajas temperaturas.
Instrumentos musicales que pueden resultar atacados por la carcoma
Todos los que estén realizados en madera o con partes de madera pueden ser atacados por la carcoma, como es el caso del piano, el violín, la viola, la guitarra, la bandurria, el oboe, el clarinete, el arpa, el violonchelo, el laúd, etc. Así, tanto si tenéis una colección de instrumentos musicales o de artículos de madera como si solamente tenéis uno, de vez en cuando echarle un vistazo y revisarlo para evitaros sorpresas y daños que pueden ser atajados a tiempo con sencillos trucos o llamando, como os decía, a una empresa especializada en plagas.